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- 70 - ,5:,:s:,S:<S:-~.:S.-.:S.-.:S.-.:S.-~ «in permiso de Roma: lo cual fué una prueba y no pequefia para la -vocación del P. Franciscü, que se decidió á espe– rar, ha&ta que contestara su P. General y el nuestro. Cuando llegó la licencia de Jste y la bendieión de aquel, ingresó el sierv) de , Dios en el noviciado el día 2D de :'11:ayo Viste el sa- d ) 2 l , . , l f' h' ya! O a p n– e 16( ; se e VBtIO e será 1co capnc 1110 chino. sayal á las siete de la tarde, desm.dán- dose para ellos de los mercenarios Jrna- mentos que lo habían adomado 2fi años. 8 meses y un cía, Fué en el noyi,.:iado el mod0lo de toé os sus compafieros y un dechado perfectisimo de todas las virtu- de:: monásticas, ha&ta el extremo ce ad- mirar con su humildad, sus vigilias, ayunos y maceraciones á los religiosos más penitentes d0 aquella comuuidad. Cuando cumplió el afio de noviciado, se hallaba en V :cJcncia haciendo la visita pastoral de la Orden nuestro insigne ge– neral S. Lorenzo de Brindis, quien al saber que el P. Francisco em religioso profeeo de la Merced, mandó que e::1 vez de la profesión se le diera el hábiw de su Orden y lo mandaran á su an~iguo conve:'.lto. Los Padres expusieron al san- .. to general la licencia que su antecesor el Snnovrcia d º· Padre .Jerónimo de Castelferreti, había dado para que se admitiera el novicio, lo bien que éste había cumplido si.:: auo de prcbación, y lo mucho que percfa la Provincia despidiéndole; á todo lo cual oponfa el Santo la constitución de l:1 Or- den, insistiendo en que lo despidi➔ran. 11

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