BCCCAP00000000000000000000605

VI nueva advocación de la Virgen Santísima bajo el título dul– ce y poético de Pastora clivhw de las almas; la que admiró á España y América con la santidad, heroismo y sabiduría de sus hijos, tales como Fr. Isidoro de Sevilla, Fr. Pablo de Málaga, Obispo de Puerto-Rico y Fr. Dartolomé de San :Mi– guel, mártir de Cristo y Prefecto de nuestras misionee Capu– chinas de Caracas; la Provincia qmi ganó tantas almas para el cielo con la ardiente predicación de sus apostólicos misio– neros, dignos hermanos del Beato Diego de Cádiz, se me figuraba que debía tener una historia interesante y digna de ser conocida. Esto me hacía arder en deseos de conocerla, y me obli– gaba á inquirir el paradero de sus archivos, y á busc&r por todas partes esa historia que indudablemente escribieron sus antiguos cronistas. Pero, ay! bien pronto adquirí la con– vicción de que los archivos y bibliotecas de nuestros con– ventos cayeron en manos de los vándalos de la exclaustra– ción, en poder de los bárbaros ele 18:35, que hicieron mangas y capirotes de las preciosidades literarias que lograron aca– parar impunemente, destruyendo unas, quemando otras y vendiendo muchas sin conocer su valor, pues dos ton1os in folio de la historia de nuestro Convento de Sevilla los com· pró uno de los Paclres exclaustrados por treinta y ocho reales en un puesto de la calle de la Feria, con varias hojas ya cortadas, que aca·so sirvieron para envolver especias y comestibles en alguna tienda de ultramarinos. A pesar de esto no desistí de mi empresa, sino que al ser elevado segunda vez al Provincialato, y verme hecho primer Ministro Provincial ele la ya restaurada Provincia Bética, redoblé mis esfuerzos, valiéndome de la autoridad que me daba el cargo, para interrogar á los pocos exclaus– trados antiguos que existían, acerca del paradero ele nuestras c1,,:'micas, y hacer que otros Padres ele la Provincia secun– daran mis esfuerzos, registrando Archivos y Bibliotecas, á ver si hallaban rastro de algunos de los manuscritos que pertenecieron á nuestros Padres antiguos; y después ele urnchos viajes, desvelos y trabajos, en los que tomaron bue·