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- 66 - cisco. Empezaba á practicar pa::a conse_- guido las preeisas <lilig@cias, c·.rnndo su padre que se hallaba de G-obernador en Mejicc• escribió á su mujer Doña Isabel, orden&ndole que eu la primera flotL que va á Méjico. saliera se embarcase con su familie toda para allá; y así lo verificó, llevándose consigo ·á su hijo Francisco, si )ien éste iba con ánimo de poner en ejE--cucién su intento, luego que llegase á lí::8 Indias. Una v0z allí, no le satisfizo la mane~a de vivir nlgo amplia que te:..iiau los :::-eligiosos de An:.érica, por lo cual determin '.) ve- nirse para dar cumplimiento á sus - :1fi.ca- ces ansias. Embarcóse con licencia :le su P adre en la flota que se daba entonces á Vu_5>lve '' Es- . . paua. la vela y se vmo á SevJla á pretender, le dleser. el hábito en el convenb grande de N. P. S. Francisco. Cuando llegó nuestro jóven á Sevi– lla, h:1.lló á Dofia Leonor de Villa:obos, su abuela paterna, oprimida del quebran– to que le ocasionó la muerte de su que– rido hijo el V. P. Mtró. Fr. Antor::io de Velas:Jo, Mercenario Calzado, -fundador que fué del religiosísimo convmlto de la Asunción de Sevilla de mo11j,1s ce su propia Orden, en el cual con-1enb foé sepultado, con mucha veneración por la común fama de santidad con q·.1e fa. lleció; pero fué la llegada de su nieto Francisco á su presencia motive que su alrnela le , . persuado a templo en mucha parte sus lágr1mas. que s?" mor• Supo la afügida señora de s.1 nieto el codarrn. motivo que lo trajo á España, y m::nque se alegró de oírlo, sintió mucho que se