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-- 57 - ,S:<.S:-~.:.S:-~~ sos qne á este efecto habían venido, por cansa de su accidente Añade por último Nne~,, testi- que, habiéndose restitnido el P. Severo momo. . después qiw se tomó 1a posesión de este convento de Granada al de A.ntequera qiwdó el V. P. Francisco por Presidente de la fábrica de Granada; pero viendo que el clima aquel era nmy contrario á su sa– lud, lefuépreCl:80 noticiarlo al M R. P. Co– misario, pidiendo lo asignase á la fa– milia ele A.ntequera, como en efecto pasó allá por Diciembre de dicho aiio, no á fundar el convento, pues ya !o estaba dt,sde 15 de Octubre del año 1613, sino para ayudar en aquella fundación al V. P. Fr. Severo de Lucena, qne estaba siendo ya Guardián Presidente, cuando llegó á él el V. P. Fr. Francisco. Por lo tanto, entendiéndose las pala– bras del R P. Fr. José de Madrid en el sentido de que la venida del siervo de Dios á uno y otro convento fué para que las dos fundacione;,; más y más se radicasrn, así con el ejemplo de su santa vida, como con su predicación fervorosa. es muy cierto; pero querer entender di. chas palabras en el sentido de que vino Queda recti- á solicitar una y otra fundación como ficado el ye- . . . rro. pnmer i;om1s10nado para este efecto, y de aquí inferir que foé el convento que se fundó primero en Andalucía el de Granada, es contrario á la verdad, como dejamos auténticamente probarlo; y por consiguiente yerro qne uo puede disi– mularse, ni dejarse pasar sin la rectifi– cación que del mismo acabamos de hacer.