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- 56 - ~,S:,S:'5;-•S:,S:<S:-S:-S:-S:-~ Que no sucedió así, queda ev~denciado eón solo fijarnos en las fochas de las Cédulas reales para una y otr:i. funda- Se establece . • . la verdad. món, y en los acuerdos que ambas ciu- dades _hicieron para admitirnos; con lo que resulta indubitable, fué la pri:nera fundación, la de Antequera y la de Gra- nada la segunda. (P. Cord. Jron. de Gran. N. 0 4L.) Se confirma esto más con b que el P. Fr. Buenaventura de Valencia, con– novicio y compafiero del V. P. Fr. Fran– cisco de Sevilla, escribe histori:mdo con mucha exactitud la vida de e:;,--te siervo de Dios. Dice, vues, en el rap. 3 º del lib. 6. 0 que en él año de 161.4, predicó el varón de Dios la cuaresma -an Alcalá de Henares, y que concluido este empleo, y vuelto á Madrid, el R. P. Comisario General, le encargó pasase á Granada con el P. Bernardino de Quintanar, para con su fervorosa predicación atraer la piedad y devoción de sus vecinos y que la nueva fundación se radicas0 y consi– guiese aumentos; que en el e.amino le sobrevino el accidente ele los ojos, y llegó á Granada el 2 de Junio tan rr.ort.ificado de los intensísimos dolores que padecía que le fué preciso estar muchos días en– cerrado en un cuarto obscuro en casa del Licrnciado de Campomanes, por no poder tolerar los tormentos que le cau– saban los rayos del sol; y qu€:, aunque · 11 d '] f 'ó 1 f · , Se prueba y remen ega o e , se o rec1 a · unc10n con:firma. de tomar la posesi(:n del convento, no pudo asistir á ella con los den::.ás religio-

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