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- 49 Patronato de él. Admitiósele pronta• mente la propuesta y encargó á nuestro gran devoto Juan Bta. Sarreta que era quien pagaba cuanto se ofrecía para Ir.. Se acepta el fábrica que siguieran los gastos á su patronato. , , cuenta, para lo que le entregó gruesas cantidades. (Id. 69.) Acaeció entonces á dicho D. Jeróai– mo h11cer un viaje á Madrid, y para efectuarlo se puso con presteza en cami– no; pero Dios, que á cada uno tiene nu– merados los días de la vida, le atajó la carrera, dándole un gravísimo acciden– te; y conociendo su malicia letal los mé– dicos que le asistían, le dijeron dispu– siese sus cosas, y que recibiese los San- Enferma y tos Sacramentos, pues el peligro era muere antes grande Hizo el buen caballero sus dili- a e acabarse · las obras. geucias todas de cristiano, y por una cláusula del testamento que otorgó, dis– puso que de su hacienda se sacase todo cuanto se necesitase para acabar perfec tamente el convento que había empeza– do á costear. Y del resto de su hacienda dejó por heredero á un hijo natural que tenía, á quien declaró por tal en dicho testamento, y á pocos días pasó á des cansar en el Señor. Después en cumpli– miento de su última vohmtad se saca– ron de sus caudales treinta mil ducados pocos más ó menos, con lo que se con- J;'ué enterra- l , 1 1 <l J j· Y l b' ' d r10 en nuestra c uyo e e to o a o )ra. 1a len ose Iglesia. dedicado la iglesia, solicitaron los Padres que se trajesen sus huesos y se sepul– taron en la capilla mnyor (como á tal Patrón) en una pequeña bóveda que se