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- 48 - .:.s.--:..s.--:.s.-~.:.s.-~.:.s.-.:.s.-é. necesarias; y no contento con todo eso, él mismo nos buscaba grandes limcsrias con santa industria. (Id. 46.) En una ocasión, estando la obra muy . . .. , á los principios, convidó á muchos suje- No~ Jli'fsba li- t d 1 d a "ó h b'. mosnas, os acau a a os e su nac1 n que a ia en esta ciudad, y les dió un espléndido banquete, concluido el cual les Jijo: Ca– balleros,' no ignoran Vds. la pobrnz:1 de mis PP. Capuchinos, y la necesidad en que se hallan de hibrar su convento, para lo que sor. precisos muchos pesos; con que siendo yo quien estoy 0n el en- cargo de cuiéar de esta obra; suplico á Vds. concurran con la limosno. que gustare cada uno. Le salió también esta idea que aquel.la tarde J 0 Untó veinte mil L ª s d ª e 1 ' ' . p ,u. e b l o en reales, con los cuales se fué contmuan- abundancia. do sin intermisión la obra, debiéndosele al celo y aplicación de nuestro buen de- voto, y á la piedad de los vecinos de este esclarecido pueblo, el que nunca hubiese parado la obra por falta de me- dios. (Id. 47 .) Hallábase entonces en Granada un caballero de Jaén, de la casa de los Condes del V:ll&r, llamado D. Jerónimo de 'l'orres y Portugal, el cual S·3 había re– tirado á dicha ciudad, despuée de haber servido al Rev en sus eJ·ércitos muchos Un caballero • ., so ofrece ú, afíos, por lo cue lo condec-oró ::l. M. con ser Patrono, el Hábito de ~antiago. Este caballero era sumamente piadoso y juntamente rico; y al ver que los Capuchinos esta- ban labrandc su convento, se ofreció á costear la obra, con tal que le diesen el