BCCCAP00000000000000000000605

- 20 - les que llevados de un celo algo indis– creto, persiguieron á la naciente, refor– ma, ocasionando con estos antagonismos, P olémicas controversias y disputas la- Alarma . que ' esta ocas10nó. mentables, que apena el corazón leerlas. Parece mentira que se malgastan tanto tiempó y tanto ingei:io en luchas tan estériles, si bien es verdad que no pode– mos medir con un mismo rasero la cul– pabilidad de lo's ágrnsores, y la de los que agredidos se defendían tal v:iz con demasiado ardimiento. Los obsen;antes decían de los capuchinos que no eran hijos legítimos de San Francisco, por– qne la reforma capi:china habfo. nací~ do mucho tiempo después de muerto el seráfico Padre, sin ver, tanto ciega la T_ristes 3:pa .pasión! que este argumento iba contra f~s~ n ª m rnn· lc-s mismos que lo empleaban, puesto q:ie la reforma de la observancia no pue- de remontarse formalmente más allá del' Comisariato del V. Fr. Pablo de Trinchi, por los afios de 1380, esto es, siglo y medio despué;; de muerto el se- ráfico Patriarca. Los Capuchinos se defendían, dicien– do á su vez que ellos eran los legítimos y verdaderos hijos de San Francisco y no los observantes, pues estos ~abían mudado en al 6 o la forma del hábito usado por el santo fundador, lo cual demostraban con los mismos hábitos del Santo y de sus compañeros que se con- Disputas . so- l . . . ,. _.. A , p· bre la forma servan como re 1qu10.s ,en; sis, ISa, úel hábito, Florencia, v v::irias ciudades de Italia. Además, que los capuchinos eran los ver-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz