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- 16 ~~~ taba al parecer tan floreciente, dió prin- cipio á otra rnforma por los años de La más es- 148 '"' b . ' d I . VIII trecha obser · /, con apro acion e nocencEJ vancia. · el V'. P. Juan d3 la Puebla, r0forma que se Hamó de la más estrecha 01:Jse 1 "oancia. Eu ella trabajó mucho el V. P. Fr. Juan de Guadalupe, añadiendo á la pura ob- servancia de la Regla más ora :;ióu y mu- chas austeridades, especialmente la des- calcéz y el uso Jel capucho p.mtiagudo, como lo llevó K. P. S. Francisco, de don- de vinieron á lhmarse frailes del 1:apu- cho, descalzos y v-ejormados los miembros de esta religiosa familia. Uno de sus más entusiastas pro 1 ,agadores fué San Pedro de Alcántara y de él tornaron tlmbién Reformados y Alcanta más tarde el nombre. de alcantarinos. rinos. Dejando á parte otras reformas que nacieron en el seno mismo d0 la Obser– vancia, bien se deja entender, dada la miseria hurnan.c1, el antagonismc y las rivalidades que surgirían entre observan- . tes y conventuales por un Indo, y entre observantes y reformados 6 deseakos por otro. Llegaron á tal punto, que ~os con– ventuales negabün á los obse,-vcmtes la estimable cualidad de hijos <le S. Fran– cisco, diciendo que descendían del lego Fr. Pablo de Trinchi y no dd Seráfico Padre, puesto que nacieron siglo y me– dio después de muerto éste: y los obser– vantes pagaban á los conventua.les en la misma moneda. llaruándoles hiJ' os de R i va 1 i el" · . . . des entre ob· Fr. ElfaH y Dº de S. Francisco, puesto scrvantes y que no guarda.Jan la altísima pobreza f 0 ~. 11 v un,,rn– prescrita por el Santo en su Regla.

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