BCCCAP00000000000000000000605

- 262 - Admirados oyeron ks religiosos á su fervoroso Prelad}, y como el ejemplo de este hll sido siempre el 11~ás eficaz precep- t,rregl~osmd'; to, venida la mafiana salieron todos los u~ c.l'i':'iino, más, siguiendo á su Prelado, cargados de azadones y espuertas á trabajar en cicho camino, y llevando consigo un ma:3stro para la direeción de la c,bra Pefü lo más singular fué, que para satisfacer ~es sa- larios del maestro y otros oficiales y pa- ra la compra d0 los materüdes que fue- ron necesarios, como la Ciudad entctices no podía suplirlos por hallarse con otros muchos empeños, el V. P. Fr. Seve?o le habló al Síndico del convtinto para que ciertas limosnas qüe est1;.ban en su poder se gastasen. No quería Jonvenir el sín- dico; p8ro por condescender con las ins- tancias del P. Guarcliár:. las gastó aun- que contra su voluntad. Cuánto hubiese sido del agrado de Dios esta generosa y caritativa obra, lo quiso S. M. manífes • tar muy luego; pues, aprnas se concluyó la obra, le llamó pam prerniurle en su Reino. El síndico, como con la muerte del varón d2 Dios llegó á desconfiar die- se la Ciudad aqcellas cEntidades que se habían gastado en la obra, rnormuraba del siervo de Dios, cnpirnlando por ex- ceso y prodigalidad aquel gasto, no obs- tant(;) que veneraba coni) á santo sl Pa- dre Fr. Severo.- Sucedió, pues, que una s~ ª!?ªrece al h , d l b • d , Smdico y lo noc e a poco e ia er espira .o estG, es- reprende. tando el eíndico durmiendo, sele apareció en suefios y le dijo que se abstuvien de aquella murmuración, y que se arrepin-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz