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- 246 - ,;;--,:.s::.s::.s::.s::.s::.s::.s:zs-:-:.s::.s::.s::.s:~ insuperables los empeños que los otros se cnmple su hacían. Acudió á comunicarle HU cuida vaticinio. do al V. P, Fr. Severo, quien habiendo oido respondió. Muchas son las dificul- tades y contradicciones que se han de ofrecer y se pasará algún tiempo; pero esperemos en su Divina Magestad que nos ha de conceder el que salgais con vuestro intento. A la letra se verificó el portento, porque después de algunos años salió á favor de Don Alonso la Al– caidía, sin que el otro hubiese entrado en ella, desde que vacó por muerte de su padre. Semejante á este lance le sucedió otro á Diego García, Jurado de la dicha villa de Iznajar. Hab(a pasado este ú Madrid c,>mo diput::do de esta villa para arre– glar cierta dependencia de mucha im– portancia. Dijéronle cuando sadó de su lugar, que se valiese del empeño de Don Sebastián de Tobar, hermano del vene– rable P. Fr. Severo; pero 'el diputado se olvidó clel sujeto que le habíau dicho, y habiendo estado en la Corte muchos días sin .:haber podido conseguir cosa alguna de las que solicitaba, desconfió de salir con el empeño, y después de haber he– cho muchos gastos de!iberó volverse á su casa, como en efecto salió de Madrid para ir á Toledo, y desde allí retirarse. Sucedió pues, que el mismo día había salido para h1 misma ciudad el Padre P t 1 Fr. Severo; v en merlio casi del camino ene ra os l , l J" d , l . d D. interiores. a canzo e ura o a e siervo e JOS, y siendo así que jamás se habían visto an-