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- 229 - G,,:.S:-~~~~ tercio á está sazón en el Principado de Cataluña, y sintiendo cada día más vo– cación al estado religioso, se fué al Con- . vento <le los Capuchinos, y exponiendo Lo 0ons1gue. l p 1 1 d 'lt' t 1 Virt,udes que ejeruitó a re ac o sus eseos, u 1mamen e e pidió con instant<,·s súplicas le concedie– sen la gracia de recibirlo, alistándolo en el número de los religiosos legos. Oonce– dierónselo, merced de sus perseverantes instancias, y desde luego manifestó una _humildad profunda, una obediencia cie– ga y un cordial afecto á la pobreza san– ta, sólidos fundamentos del edificio es– piritual. Muchos religiosos los más adelan- tados en el camino de la perfección hallaban en 11ue1:,tro novicio mucho que aclmirar y no poco que imitar para sus propios adelantamientos, porque era su virtud á manera de antorcha refulgente que brillaba, enseñando á los demás el camino práctico de la perfección reli– giosa. Así que cumplió nuestro venerable el año de su noviciado, los religiosos d0 aquella familia lo admitieron á la profe– sión, seguros de que honraría co11 su virtud á la Orden. Hizo sus sole11mes vo– tos por los años de 1590 á 1591, y ad– virtiendo que con la profesión se le ha- Ha_ce su pro• bían aumentado las obligaciones empe- fes,ón. , d . b . d . . zo e nuevo a tra aJar por a qu1r1r en grado heróico las virtudes que constitu– yen perfecto á un varón religioso. Al ver los Padres de la Provincia cuanto podía esperarse de su ejemplo,