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- 203-: un sitio donde estaba hecho un hoyo, por sus propias manos fijó en él una levantada cruz de madera, término que por límite del convento nos concedía. Se coloca la Así que se fiJ'ó la cruz enbnó la (\rques- Cruz. \ ta el Te-Deum y acabado, dijo el señor Cardenal la oración de la Santísima 'l'ri– nidad. Concluída esta función, se volvie– ron procesionalmente á la iglesia y ha– biendo entrado en ella volvió la música á entonar el 1'e-Deum, y revistiéndose Su Eminencia, bendijo un hermoso co– pón de plata, y dijo misa, la cual con– cluída, puso en el copón una hostia que para esto había cousagrado, y la colocó en el Sagrario del altar mayor. con lo cual quedó Sílcramentalmente nuestro dulcísimo Jesús entre· sus pobres capu– chinos, en una iglesia corta y en un con– vento pequeño; que no se desdigna la magestad de Dios de habitar en la casa de los pobres, cuando estos son ricos de virtudes. Quedó. el señor Cardenal gus– tosísimo de la función, aunqne en su in– terior quebrantado por ver á sus capu– chinos tan desacomodados por la estre– chez de la habitación. En éste lugar pasaron los religiosos un año sin haber labrado convento, ni aun agrandado la iglesia, lo cual visto por el sefíor Cardenal les dió la Ermita de San Jerónimo, para que agrandándo- ~:nfíii!~. 01 la labrasen iglesia; y para que siempre se conociE>se que no teníamos dominio eu ella, sino solo uso simple 1 determinó Su

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