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-- 176 - ,:;--.~s.5:-~s.5:-s.5:-~s.5:-'5:~ enfermedad, que muy luego se declaró mortal, por cuya causa el médico mancó que se le administraran los Sacramentos y se preparase para morir. No causó esta noticia á Fr. Jerónin::.o Recibelossa· 1 l . . b' cramentos. e más eve senturnento, antes ie11 se mostró complacido con la esperanza fu- me de conseguir lo que tanto deses.J:..a que era la posesión del Amado de loa alma. Preparose para recibir el Viático y la Extrernau11ción y recibió estos sa– cramentos con tal fervor, pidiendo an- tes á la Comunidad perdón del m:t.l ejemplo que le hubiera dado en el cum– plimiento de sus deberes religiosos, qt:.e no pudieron oirlo, sin que diesen testi- monio sus lágrimas del efecto que en los eornzones hizo la humildad y fervor del virtuoso novicio. Recibidos los sacramentos, pregunto:.e el P. Guardián si quería profesar si-)} cond,itione; á lo que respondió Fr. Jeró– nimo que lo deseaba con ansit1s; en vista de lo cual hizo muy devotamente su pro– fesión en manos del P'.. Guardián allí mismo, estando presente la Comunidad. Así que esta se retiró, quedóse con el en– fermo Fr. Bartolomé de Granada, que era el enfermero de los novicios, v no- t d I bl t d F J ·; , Profesa in ar– an o que e sem an ·e e I r. erolllm) t-iculo mo1•tis. se innundó súbitamente de una extrafia alegria, acercóse á su cabecera para ob- servarlo mejor. Llegaron en esto otros religiosos y vie– ron con admiración que en vez de fijar– se en ellos el enfermo, tenía fijos sus