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- 133 - ~~~~~<...__;) cial de la extensión de nuestra Orden; y con este aviso y las persuasiones de los religiosos, se determinó pasar á Málaga Ve.á Málaga. pmsonalmente á tratar de este negocio por no exponer á contigencias su logro. (Pab. de Gr. N. 264, lit.) Era á la sazón Obispo de esta ciudad el Iltmo. Sr. D. Luis Fernández de Cór– doba, el cual fué promovido después á la Sede Motropolitana y Patriarcal de Sevilla. Marchó á Málaga el R. P. Provin– cial, de lo que informado su amigo Die– go Polin salió á recibirle con grandes muestras de regocijo. Lo hospedó en su casa, y pasando el R. P. Provincial á be– sar la mano al Sr. Obispo, le recibió con mucha humanidad y cariño, pues ya le conocía y estaba convencido de las ele– vadas prendas que concurrían en él, que lo hacían de todos apreciable. 1nformó el R. P. Provincial á su Iltma. del moti– vo que le traía á Málaga. Oyó el Obispo la propuesta, y haciendo memoria de lo mucho que solicitó la fundación en Sala– manca, estando allí de Obispo, se mostró tan favorable y con tantas expresiones de devoción á nuestro santo hábito, que no solo dió la licencia, sino que dijo Vis_ita al sr. ayudaría con el mayor esfuerzo á que se Obispo. efectuBse la fundación. Quedó el R. Pa– dre Provincial sumamente complacido con la repuesta del Sr. Obispo, y se des– pidió confiado en sus ofertas de que ha– bia de ver logrados sus deseos (Id. 265.) Dado este paso con la felicidad ex– presada, continuó el R. P. Provincial su