BCCCAP00000000000000000000605

- 129 - -:$')~~~ la tribulación, porque no quedase ex– puesto á padecer naufragio. Sucedió pues, q'.:le entrado el año de 1618 le atacó un dolor tan acre y mordaz Se queda cic- á los ojos que, destruyendo en ellos el J~ 0 {h~~~~: 11 humor cristalino, lo dejó del todo ciego, siendo preciso que para irá alguna parte lo llevase otro de la mano. Con tan lasti– moso lance y con decir los médicosqueen lo humano no tenía remedio, se trataba de despedirlo. Llegó á saberlo el novicio, y hablando aquella noche con abundan– tes lágrimas al P. Fr. Lorenzo de Alican– te su Maestro, sobre si aquella resolución podía diferirse, el Maestro le dijo que fuese al coro á encomendar el caso á su singular Patrona María Stma. Obedeció pronto y con la eficacia que le inspiró su devoción y deseo de profesar, hizo á la Señora afectuosas deprecaciones, y se retiró á la celda. Cuando tocaron á Maitines, bajó como los demás al coro y el Superior le dijo que se retirase. Entonces se llegó al Maes– tro de novicio y le dijo, que tenía ya su vista sana y más perspicáz que antes, porque María Stma. se la habia conse– guido. Oyendo esto con asombro los re– ligiosos, todos emper.aron á examinar si era cierto, y poniéndolo en el testero del -~'.' nd0 ". la coro levó velozmente el Salterio· por cuyo V 1rgen y esta J • • ' Jo snm,. favor aquella noche rmd1eron todos las debidas gracias á Dios y á su bendita Madre. (Cord. Cron. Gran. n. 77) De este antecedente puede con faci– lidad inferirse cuanto aprovecharía en la

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz