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- 112 - tanta pedía; y así lo fué acompafiando hasta Madrid, á do::1de llegaron á últi: -r.os de Junio de 1616. (Id. 54) . Entraron en el convento, y después de haber hecho oraciqn en la Iglesia, fné á presentarse al V· P. Fr. Se::afín, tomando de él la bendición. Así 03tuvo B. gc.r.os días; pero desde el primero se portó tan arreglado á los modales y costumbres Su. conducta l . ¿· . b edificante. que en a Custo ia se prad1ca an, como si toda su vid& 1:0 hubiera criado en eUa. Lo primero que hizo fué quitarse las s1:.n- dalias de cuero; al hábito l,3 puso ::-emiEn- dos, como acá se acostumbraba; era el primero que entraba en el coro, dende parecía que lo arrebataba su fory0r, s:.i.e– pendiéndole los movimientos vitales; toda la mafiana la ocupaba en la Iglesia, oyendo las m:sas gu·e se c2lebrab9n; con lo que llegaron todos á creer que era una viva imágen de N.S. P. E. Francisco. Y como á esto juntaha la ddzura y afabi- lidad con que tratabaá los religiosos, todos estos llegaron á cobrarle tanta venerac:ón y cariflo, que ya naufragaban en un mar de confusiones, con espec:ali<lad los cxe fueron causa para estorbarle que -to- mase posesión del gobierno; pues todos . · 11 d , 1 b · 11 Quieren dar- enos e escrupu 0'3 so rE s1 por e OE se 1 e posesión priva·ba de tan santo Prelado la Crntodia, del cargo. no hallaban const:elo en su aflic>,Jión, y así andaban deseosos de halla medio para enmendar su yerro. (Id. 55'¡ Por fin resolvie:on hablar al Ii'uque de Lerma, é informarle de la realida:1 de lo qrie tocaban en el.R. P. Iluminado, c@lo