BCCCAP00000000000000000000605

- 107 - salud. Cuando llegaron á su casa la ha– llaron toda 611 un grito, llorando todos . . al hijo que había ya muerto; y su madre Otra cnracrnn lastimada dijo á los Padres que ya ve- nían tarde, que ya había muerto su hijo; y al parecer de todos lo 0staba, y tenién– dolo por tal le habían cubierto el rostro con la sábana. Nuestros Religiosos, te– niendo fé grande en lo:;; méritos del P. Francisco, le echaron encima su man– to y le descubrieron el rostro, y el que tenían y lloraban por muerto abrió los ojos, de que quedaron admirados los presentes; y diciendo que ya se sentía bueno por la intercesión del P. Francisco ele Sevilla, allí mismo agradecido á Dios y al siervo ele Dios, por la vida y cobrada salud, se la ofreció toda la que había ele vivir, hizo voto ele hacerse Religioso Ca– puchino y lo cumplió aunque vivió poco tiempo después de haber tomado nues– tro hábito. El Venerable Padre Isidoro dice que en su tiempo era tenida en mucha vene– ración la cabeza del Venerable P. Fray Francisco de Sevilla, á quien (añade) tie– nen tanta devoción los seglares que, es– tando enfermos, claman por que se les lleve agua pasucla por el casco de dicha cabeza, la cual á hecho, hace, y esperamos que en adelante haga prodigios muchos, sanando á los devotos, que con fé lo in- CriLneo d e 1 d l ¡-- Venerable. vocan, e mue 10s, pro IJOS y penosas en- fermedades.(N. 0 137. lit.) De este siervo de Dios se hicieron re– tratos al óleo, grabados y estampas, y en

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz