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-- 100 -- solo que no lo podrían oir, sino que el varón de Dios según estaba postrado no , podría hablar, percibieron todos con tf.n– ta claridad las-voces, como si estuviera muy robusto, y esto aún los que estaban más <litantes, porque COlUJ consta de la . deposición, qu_e bajo juramento hizo s'!'- voz prodi- . g1osa. Andrés de A1l16n en el proceso de füia- tificación del siervo de Dios, estar:do trescient::>s pasos desviado de la puerta de la ermita por no haber hallado lugar más inmediato desocupad:) de la gffte, oyó tan perfectamente cuanto el P1dre Fr. Francisco dijo, que no le perdió cua palabra; y comü esto lo notaron tcdos, todos queáaron admirados. Otro r=·odi– gio fué, que irrflamado eo el celo de la honra y gloria de Dios el predica:lor fervoroso, emrezó á examinar al audi– torio, haciendo presente hs grandes mi– sericordias quE: el Señor les había ::'ran– queado, y lo 1ml que habían correspon– dido á aquellas di vi nas libera !ida des, por lo c·.rnl les prevenía ::¡ne no pa:iEHía mucho tiempo sin que viniese sobre ellos un severisimo castigo con qt:.e la justicia divina manife8taría su eno~c, y justa indignne:ón, provocada por la tor– pe ingrr_titud ce los hombres. Dijo esto con una voz tE:n terrible y formidable Prof_etiza un · ' castigo, que causó esp:mto en bs oyentes los cuales prorn::opieron en sollozos y 'lllS- piros, pidiendo á voces misericordia Ve– rificóse muy luego la amenaza profé- tica, pues en más de un ~fío, esb es, hasta el día lf. de Diciembre del añ-o si-