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ALGO, SOBRE UN FRAILE CAMINANTE DE ATARDECERES Senderos de la tarde, por Andalucía hecha sende– ros, sólo es dado caminarlos a ánimas en paz; a aquellas ánimas beatas de quienes dijo el Leonino: Sólo con Dios se acompasan y a solas su vida pasan ni envidiados, ni envidiosos... Dificilísimo, casi inaccesible, hallar sendero; más di– fícil aún que hallarle, saberle caminar: el colmo ya de la sapiencia, no errar el paso a las pc:rvas luces tardecinas... Los caminos de la mañana son fácile:. y jocun– dos; llevan a alamedas con pájaros; a caseríos con fresco olor de manzanas carnosas y carnal'BS; a mer– cados y ferias donde la chalanería adqu.:ere torna– soles de octosílabo romanceado; a vados o a puentes, donde se ataja en un juego de saltimbanqui. Oiga- 1