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riosos hermanos, Arcángel y Juan 4e Alarcón, quie– nes fueron ocasión de su entrada en la, Religión. En su juventud sirvió de paje al Rey Felipe II, en cuyo servicio permaneció hasta que yendo a. Ná– poles se entrevistó con sus otros dos hermanos, que a la sazón moraban allá en aquel convento. Con su ejemplo de ellos y exhortaciones se movió a trocar el servicio ,d,e los príncipes por el del Rey d~ re– yes (r). Cuánto t1empo vivió en la Orden Capuihina, nos .es desconocido; no debieron ser muchos años, ya que no acompañó a sus hermanos ·en las fundacio– nes de España, sino que murió, según parece, antes de salir ellos de Italia. Su tránsito acaeció en Nola hacia el año 1577, no obstante la contraria opinión <lel P. Boverio, que señala a Nápoles como lugar d-e su fallecimiento ( 2) . De sus virtud'es hace honorífica mención Boverio y también 1os Originales de Cataluña. Al1 decir de Boverío, cierto saceiidote ( se cree que fué el Padu Arcángel), al celebrar el Santo Sacrificio por el eterno descanso del alma del P. Francisco que aca– baba de e)rpirar, vió cómo volaba al cielo, libte <le las penas del purgatorio (3). • Terminaremos estas notias biográificas con l:as pa– lab11as de 1a Biografía Hispano-Capuohina: «De es– tos .tres ilustres hermanos puede con razón d'ecir- (r) Cfr. supra, pág. 5r. Carta del P. Franciséo a.e Alarcón, sobrino de los Alarcones. (2) Cfr. Boverio-Moncada, p. III, pág. 281. (3) Boverio-Moncada, ib.