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A GUISA DE PROLOGO Precedida de singulares revelaciones e ilustrada con inusitadas profecías, según escribe el P. Francisco die Ajofrin, salió al mundo, cobijada bajo el manto de .la Santísima Virgen, la reforma de los Franciscanos · Capuchinos el ·año 1525. Al parecer, no se pensaba en, un principio en la fun– sdadón de una nueva rama die la Orden Franciscana, ,que se planeó más tarde, cuando los hermanos Foro– :sempronio o Fosambruno, en 1528, recibieron las letras apostólicas «Religionís zelus», por las que se les con– ,cedía la facultad de recibir novicios. !-Lasta esta fe– ,cha la. naciente reforma d'e la Observancia pennanec dó sujeta a la jurisdicción de los Franciscanos re– fonn:ados, llamados Observantes en lo antiguo, y hoy día Franciscanos. Observantes de la Unión Ijeoniana. El 28 de enero die 1529 salió la bula del. Papa Pío V, ,en la 'que se concedía a la Reforma Francisoano-Capu– •china el derecho de poder elegir Ministro General ab– soluto, siendo elegido el primero el P. Clemente de No– to, tiernamente amado del Papa Paulo V, quien solía ,decir de este insigne capuchino a los cardenálés: «he ha11ado un hombre a medida de mi corazón». · La nueva Reforma Franciscano-Capuchina se exten– :d'ió rápidamerite por todas partes, merced a la protec– ción y apoyo que le prestaron los Sumos Pontífices y los. príncipes. En el año 1740 c011taba 31.900 religio– sos, sin los misioneros, entre herejes y mahometanos, ·y ,con éstos ascendía el número de religiosos a la res– l)ete.ble cifra de 40.000. En un principio, la Reforma Franciscano-Capuchina ,sólo. se extendió por Italia. Pero en aq¡1.1el entonces, España estaba ,en el apogeo de su glo1:ia, y nuestros 1'eyes se firmaban con verdad Rey de Castilla y León, Aragón, de Nápoles, de Sicília, de Córcega, de Cer– deña, de Milán, etc., e Italia era como una inmensa