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-oo- Con esta relación, concuerda 1a <Íel P. Ambrosio ,de V~oh, Guar,dián también en aquellos dempoo _primitivos, quien nos dioe: c<Era ( el P. Arcángel) religioso muy pobre, holgándose del hábito muy remendado, y de la comida, y casas, y lo demás del ·uso de los frailes que fuese pobre; y así fundó esta :Provincia con mucha pobreza y austeridad', así en las casas y celdas ¡pequeñas, y hábitos muy grose– ros, angostoo y remendados, como también en el ,comer, q¡ue era :poco y vil, haciendo muchos ayu– nos, y penitencias muy arduas y de grande morti- _ fioación, que hacían los religiosos con mudho gus• ·to, y aun fas procuraban y pedían.» Si era grande su pob:r;eza no era menor su obe– -.c1ienda, así en las cosas de importancia como en las cosas mínimas, bastando la más leve ind'icación ,de su superior, fuese quien fuese, paria que inme– diatamente sujetase su parecer y acomodase su mo– do de obrnr en un todo a la determinación de aquél. ·'l_'ial sucedió cierto día, en que, siendo Definidor y Custodfo, al manifestar a su Guardián el deseo que tenía de visitar el santuario de cierto mártir que no muy lejos de allí se veneraba para beber de las aguas que se decía curaban a muahos enfermos, co– ·mo entendiese ,q111e éste juzgaba por más oportuno que, supuesto no .poder i:r él a pie, sería mejor en– 'viar a otro que le trajese al convento el agua, al -momento desistió ele su intento, y sujetó su volun– tad a La de aquel superior, aún muy joven :y que :había sido su llóvicio. Este amor a 1a obediencia le hacía en un tod'o de-