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nes para la mejor guarda de la ialtísima pobrez,a, RegLa y Constituciones, intentando con ello conser~ var la austeridad y estrechez primitivas. Los apuntes manuscritos de la fundación c1e Ca~ taluña contienen tales y tantas alaballZías al P. Ar– cángel, que con sólo Cüi)iarlas formaríamos un bri~ Uante panegírico !laudatorio de nuestro biografiado, cuyo i::aráder era dulce y afable y nruturalmente in– dinado a fa piedad para con los delincuentes. Dis– tinguióse principalmente por su humildad, amor a la pobreza, austerid'ad y}oración. E11 la práctica de la humanidad, nos le presen– tan. diahos apuntes como modelo 1acabado. De ella nos dió repetidos ejemplos, singularmente ·cuando era Guardián lY . Maestro de novicios, oargos que, como sabemos, los ejérdó en los conventos de San– ta Buiialia de Sarriá y d'e N u.estr:a Señora de las Ermitas c1e Gerona. Unas veces se avrodillaba en el refectorio deLan– te de la Comunidad y decía 1a culpa de algunos defectillos, que inadvertidamente había cometido, y,a en 1a celebmción del Santo Siacrificio, ya en su tra– to con los novicios, ya, a su parecer, al tomar en comunidad algún alivio qiue le ofrecían ,tos religio– sos compadecidos de sus dolencias; otras se junta– ba con los novicios y hacía con· ellos ,la disciplina en el refectorio para animarlos a padecer por Cris– to. Así, por ciertas palabras dichas en donaire, al instruir a los novicios en el .modo de reziar .el Ofi.., do Divino,• tanta falta le pareció, que al .día si– guiente, en ent:mndo en el refectorio, dijo su cul-