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- 35- referente al trabajo. Con ,el tiempo los superiores le tr:asladaron de la huerta a la enfeirmería, a fin de -que se ejercitase su caridad maternal en el cuidado <le los pobres r-eligiosos enfermos, a los que de .tal manera trató de asistir y .regala:r, que alguna vez llegó hasta raplicar sus labios a las llagras de los en• fiermos, acto de mortificación que e1 Señor ,recompen– só sanando al punto al enfermo. Su oración ,era tan continua, que casi no dormía más que cuatm horas de la noche, y con tal reve– i-enda estaba en ella, sobre todo cuando reZiaban los dérigos en el coro -el Oficio Divino, que jamás se_ sentaba o ponía en pie, sino si-empre permanecía de rodillas, en la creenci,a de que los coros angélicos, cuyo canto oir se figuraba, le .pedirían cuenta de su vene!ración. De aquí aquel su dfoho de que de– bíamos recibir la hom de comer no con -gusto, sino con llanto, por priv;arnos del ejercicio de la oración. Así que él en su abstinencia era .rigurosísimo, ayu– nando fodos los días. Con r,especto a su caddad .para ,oon los pobt1es y desheredad'os de 1a fortuna, nos refieren los Anales, en confirmación, derto caso alg:ún tanto maravi– lloso, sucedido en el tiempo que ejercía ,el oficio · de !limosnero del coi1Vento de Basto. Al parecer no tení:a ánimo pam despaoha:r al que le pidiese limos- 111a sin que la dejase de dar, tanto que murchas veces volvía al convento sin pan pqr haberlo d'isfribuído entre los pob["es. Esta su sencilla generosidad era: tan agr:adable ia los ojos ael Señor, que :hubo de recompensarla. Pues suoedi6 que, padeciéndose por toda la tierra dd Basto gran hambre q,ue hacía pe-