BCCCAP00000000000000000000601

_;; 271 _;; El tomo V pone al P. Misionero Apost., Exami– nador sinodal del Arzob. de Toledo, Califioa~or <Íel Sito. Oficio. Contiene el tomo I el grabado del áutor y tres cartas del Bto; Diego. La primera dirigida en r8oó al P. General, Nicolás de Busfillo, ofreciéndole la obra en nombre del autor, e indica que él, el Bto., ha sido el móvil de la edición. La segunda ofrecien– do la obra a Jesús y a María en nombre tamhi.én del autor. La tercera (muy extensa), dkigida al editor alabándole mm:füo su determinación y pondierando la utilidad de la •impresi6'n de estos sermones pam todos, pero en especial para los predicadores, entre ellos él, que, despu,és de haberse ocupado ,en la pre– dicación durante treinta y un años, piensa utilizar– los. Alaba muoho el modo de pvedi~ar dei P. San– tander. Signe la carta de un señor de Zai:aigoza a un ,abogado de Santander, felicitánc,lole por tener un paisano de tanto mérit9 como el P. Santander, con ooasión 9,el sermó~1 del Buen Pastor, que tanto gustó y tanto fruto hizo. · El :autor, en el prófogo del t. I, manifiesta cómo influyó con .su nuevo modo de predicar para deste– rrar del púlpito Las ridículas costnmbires que había de penitencias, ce,remonias, etc., 0 extra'V"aganrtes. Ha– bla algo del Seminario de misioneros de Toro. En el prólogo del t. II, trae muy hermosa doctri– na para inculcar la necesí,clad que ti-ene el misione– ro de tener un buen método, y pone el que él ob- servaba. , El t. IV de ·esta edic. trae una ca:rta ele un saoor~ dote dirigida en marzo, r802, al autor, en ta qiue

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz