BCCCAP00000000000000000000601

-lÓ- 11. Fr. Juan Español He aquí otro sier:vo de Dios, de quien también ha– cen mención las Oróa:ricas de la Orden a causa de su continua oración y de las revelaciones que el Se– :ñior se sirvió- hacerle para bien de la misma en aque– llos aciagos días d'e tribulación, en que la había en– vuelto la aipostasía !,le Ochino. Vivía este fervoroso hermanito lego rpor el año de I546. Había en el convento de Fosambruno unas ~eldas apartadas y solitaúas en el bosque, construídas por mandato del cardenal de Urbino, a fin de que los religiosos, deseosos de v:aicar más libremente a Dios, d,esviándose del ruido y conversación de los hom– bres, se retirasen a ellas. A estas ce).das, se nos di– ce, solía acogerse con frecuencia Fr. Juan para ocul– tarse a las miradas de los demás religiosos y al mis– mo· tiempo 'l)ara no serles molestos con sus desaho– gos, ya que el amor en que traí:a inflamada su vo– luntad' le forzaba a prorrumpir muchas vece$ en sus– piros y voces. Estando, pueis, este ejemplar religioso retirado en una de estas celdas, cierto día observaron los ciu– dadanos de Fosambruno sobre las eminencias y ce– rros que circundan a la ciudad como un hacha en– cendida, por donde vinieron a pensar que los reli– giosos se veían en alguna necesidaa o peligro. Con esta intención se llegar011 muchos de ellos al con~ vento y a su pregunta no hallaron otra respuesta, <J:Ue a Fr. Juan en oraci6n y arrebataao en profundo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz