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Haránse una vid sola dos sarmientos, Y la estirpe de Adán quedará ufana; Que si el primero cielo y elementos Nos di6, ~l vuestro da a Dios en carne humana Y deja al mundo y ángeles contentos. (Pág. 277.) A la visitación de Nuestra Señora Subís, Virgen, con paso apresurado, Sin temer asperezas de montañas, Llevando reclinado en las entrañas Al que no cabe en todo lo criado. Indicios dais que está el Padre .aplacado Ya del furor antiguo de sus sañas, Pues obra maravillas tan extrañias Por vos el Verbo que lleváis cifrado. Y pues con ·vuestra voz obró Dios tanto, Que da a la estéril don de profecía Y hace al niño aún no nacido santo, Habladme vos, dulcísima María; Por vos siga el perdón al triste llanto, Y exultará: en Jesús el a1ma mía. (Pág. 278.) A la visitación de Nuestra Seiiora La fructífera, hermosa y verde planta Tanto :suele tener más inclinadas Sus ramas, si de fruta están cargadas, Cuanto más a lo alto se levanta.