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- .133 ...,... · <le ,los movimientos sensuales y relajadones, ene– _migos ordinarios que 1a acometen. La transgresión de éstas y las dispens~ que se conce~len con faci– lidad y sin causa legítima por los Superiores, son una cosa .que con grande extremo me desagrada. Y el apretarlas y estrecharlas con. sobrado rigor, sin atender á la caridad fraterna y goberná,ndose 110 cqn prudencia y espfritu mío sino ~n ímpetu y aspe– reza d,e espíritu propio, tampoco lo apruebo. C9n que el med,io conforme a mi voluntad es que los ·superiores guarden y hagian guardar las Constitu– 'dones, como presidios en que está la defensa de la observancia regular, con el mismo espíritu e1i que se concibi,eron y promulgaron, para que ellas con– serven también entera y salva la Religión.» E)l quinto capítulo fué decir: ccLos Religiosos. de esta Congiregación deben vivir pendientes en todo de mi voluntad, y no pretender cos.a alguna, sino .sólo mi gusto, de tal manera que .abstrnyendo el ánimo de cuaLquier apetito y solicitud d'e saber lo que ha reservado para sí mi di,vina elección, le su– jeten al imperio de mi beneplácito. Lios que viven .así, resignándose enteramente en lo que Yo quiero y esperando de Mí sin cuidado ni desvelo intedor lo que Yo me sirvo enviarles, ya sea honorífico o .afrentoso, ya triste o alegre, esos son mis amigos .íntimos, de quien Yo me aoy más obligiad'o, en quien cumplo mi voluntad y me glorifico, y son los que duermen en mi seno y descansan en mis brazos tranquila y :pacíficamente. Pero los que buScan y solidtan con _ansia sobrada lo que se ha de dejar