BCCCAP00000000000000000000601
- 105- Contemplaba con pena tanta ignorancia en ma– teria de Religión, tanta corrupción de c05tumbres, tanto olvido de los intereses· del alma, yt· lleno de santo celo recorría incansable los pueblos, las ciu– <l:ades y las provincias anunciando en to · partes el santo E.vangelio. Su ard1ente oaridad f unción evangélka reducía a los. más protervos; or.a iatemo– rizaba a los pecadores con la terribiHdad de las pe– nas eternas, ora Uos animaba 0011 el recuerdo de las misericolidias divinas, ora 1es ponía de manifiesto la negra ingratitud de los q,ue se olvid'aban de su carácter de cristiano; damaba ron varonil energía contra la impiedad y el libertinaj.e¡ amenazaba a los pueblo:s con la v•enganza d~vina, y amedlientadas las gentes, se .postraban a sus pies pidiéndole perdón de sus pecados y remedio para salir de su deplora– ble estado. Ningún predica<l.011 llegó a obtener ma– yores triunfos. Pero 1aún no estaba satisf.echo el celo del V. P. José. Recordaba con indecible dolor que en los bos- 8ues de América habitan pueblos enteros de salva– jes que gimen bajo el yugo de la barbarie, sin niti.– gnín conocimiento de 1a verd:ad'era Religiólt)., y de– seoso ·por. otra parte de sellar con :su sangre la fe de Jesucristo, pide con instancia la Obediencia para trasladarse a las misiones de América. Los Supe• riores le niegan el permiso por aignín tiempo, pero viendo las fervorosas intancia,s, o.el P. José, le con– cedieron la tan anhe-lad,a bbea.foncia pam trasla– darse al_ otro fado de los mares. Nombrado Nuncio apost61i® en América, embarc6se en C'ádiz en un
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz