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-94- población, después de haberse muy bien informado de la vida de aquellos santoo religiosos y leyes a.e nuestro instituto, y obtenida la licencia competente piara pasar de los benedictinos. Los biógrafos nos le presentan como varón sencillo, de preclaro ingenio, gran teólogo e insigne predicador, hombre de ~an oonsejo y muy prudente. Mias aparte de esto, 'Y de los muohos ejemplos de· sus virtudes, no conocemos por ahora en qué fecha ingresó en la Orden, cuándo pasó a ila provincia el.e Valencia, qué car,gos desem– pe:ñJÓI (fué, al ,parecer, varias veces superior), et– .oétera. üosas son estas que conviene investigar y que hoy por hoy nosotros no pod'emos hacer, 6ino que lo dejamos para otros más felices investigadores. Falledó dicho P. Gabriel casi nonagenario en el ,convento de Valencia, el día 13 de enero de 1619. XVUI. P. Alfonso Lobo Español, natural de Medina Sidonia, o según otros de Madrid. Vist16 el hábito d'e Capuchinos y gozó fama de célebre predicador entre sus contemporá– neos del siglo XVI. Los Papas Pío V y Gr,ego– rio XIII le apreciaban muchísimo, y este último .fué quien le mandó pasar de la Ora.en de observantes a La de Oapuohinos. Lobo predicó en Millán y en otras ciud1ades de Italia y fué siempre escuchado con gusto y salud de Las almas. Sobre todo distin– guíase en sus sermones por aquella fuerza moml que sojuzga y a~rastra mágiaamente al bien a los cora– -zones sensibles y religiosos. Murió en Barcelona en