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p Jr el P. Gumersindo de Estella 57 perecedero y deÍeznable de los bienes de este mundo,' con tal acento de persuasión, con tal fervor, que la po– bre mujer quedó conmovida y convencida. Pidió per– dón al Siervo de Dios, admirando la virtud y fuerza de voluntad de aquel hombre extrordinario. . A los pocos días Isabel abjuraba públicamente sus error~s y recibíá Ios Sacramentos ingresando en él seno de la Igle.sia católica. Actas del Proceso diocesaño ·de Beatificación, folio 1114). RECONCILIACION DE DOS, RAZAS El Presidente del Estado de El Salvador D. Rufino Barrios, que había invadido Guatemala., fué vencido y huyó a Nicaragua. Pero el nuevo Presidente de El Salvador, Sr. Due– . ñas, logró la extradición y lo mandó fusilar. Acaeció esto en Julio de 1865. ' El partido liberal que había sido acaudillado por Barrios, no .soñaba sino .en la revancha a todo trance. Una de las tentativas que se creyó podría ser la señal de la revolución, dió lugar a escenas salvajes. En Diciembre de 1870' ciertos elementos ·dirigentes organizaron una. invasión de indios, sobre la ciudad de , Santa·. Ana que era la segunda en importancia. de la República. . Los indios invasores habitaban en aldeas, situadas en