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50 Lo portentoso clel P. Esteba n de Adoain a lo acontecido. (Declaración de ·Don Teodoro Granada, Párroco de Urroz-Villa, en el Proceso de Pa!llplona, con– testando ·al Interrogatorio 28). COMO EL DIVINO MAESTRO.-Una religiosa capu– .china llamada Sor ijosa de Guatemala, que pertenecía a _la comunidad de· Mataró (Barcelona), declaró ante el Tribunal Eclesiástico: Que por los años 1864, en el mes de Agosto vió pti– sar al buen Padre Esteban por de!ante de la puerta de su casa, de la Calle Real en la capital de Guatemala. Iba el Padre, dice la . declarante, cabalgando sobre un ju– mentillo y compaña.do de un Hermano lego. Y o vi que a su paso, se agloméraban las gentes y andaban a por– fía por besarle las manos y los pies. El egregio misionero iba sin hacer caso a lo que le rodeaba. Parecía que iba .absorto en profun~a medi– tación. Llevaba el crucifijo en el pecho casi cubierto con la amplia barba. Algunos decían que iba en éxtasis. Me dijeron que muchas per;onas le habían cortado pedaci– tos del Hábito sin darse cuenta él, aunque el Hermano que caminaba a pié trató de impedirlo. Era tan modesto, que nunca le veíamos los ojos, ni supimos de qué color eran..Muchos le- comparaban con San Pedro de Alcántara por este detalle. (Declaración .en ' el proceso de Barcelona, contestando al Interro– gatorio 5).