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p'Ór el P.- Gc.Imersindo de ~stella 49 no era suficiente para producir resplandores. No exis– tía espejo o cristal .que reflejase luz y la proyectase sobre el rostro del Siervo de Dios. Y si existiera, el mis– mo Padre Esteban la hubiera esquivado, ya que prefe- ría ~scuridad. · ¿ORACION EXTATICA?~Era el día 2 de Septiembre de 1876. El Padre Adoain dirigíase desde Pamplona ha~ Cia la montaña de Navarra. Caminaba a pie, como de costumbre. A media tarde hizo alto en Urroz-Villa, hos– pedándose en casa de un ejemplar Sacerdote llamado Don Miguel Juarimartiñena. Este caritátivo señor mostró . ·al Siervo de Dios él aposento donde podría rezar hasta la hora de la cena. Aunque oscureció y pasó- largó rato, el Padre no sa- . lía de su habitación. Ya serían cerca de las diez, cuando la doméstica llamó en la puerta. El Padre no contestó ni salió. En vista de eso, el propio Don Miguel se resolvió a abrir la puerta. Pero apenas la hubo abierto, se detuvo por respeto. Vió al Padre Adoain arrodillado orando con los brazos abiertos en forma de cruz. Contemplóle unos instantes; ·pero no osando interrumpir la oración de tan virtuoso .apóstol. volvió a cerrar la puerta dejánd~ lo solo. Cenaron ·los de casa. Y ya avanzada la noche, se re– tiraron a descansar, sin atreverse a llamarle nuevamente. Por lo visto, el Padre nada había oído y de nada se dió cuenta. Al día siguiente no hizo 19- más leve alusión 4
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