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por el P. Gumersindo de Estella 3f se supo la noticia de la expulsión, hubo llantos y pr.o– testas generales; pero el dinero de la Masonería había. triunfado. V~rios, meses permanecieron los· desterrados en Es– tados Unidos. En Maqo de 1873 pasaron a Francia, con obedienc~a del Rvdmq. Padre General de la Orden. El Padre Esteban se inco1;poró a ¡a Comunidad de Bayona, inte,grada por Capuchinos de la provincia de Navarra-Cantabria. Y luego se entregó a la labor de m.isionero con la misma abnegación y éxitos de siempre en los pueblos del mediodí.a de Francia y en algunos. de Navarra y Guipúzcoa. · VII EL MISIONERO EN ESPAÑA . Terminada la guerra civil qu~ había comenzado en. el a~o 1873, abrióse ancho campo al ce.Jo apostólico de nuestro incansable misionero én las; provincias de España. E~a ya de avanzada edad. Como predicador no podía ser ni sombra de lo que fué, A pesar de eno despertó . ,~ivo ~ntusiasmo en: Navarra. Predicó en Vera, Lastoala, Zuganamurdi, Navascués, Urraul-Alto, Artieda, Arbo-