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28 Lo portentoso del P. Esteban de Adoain Diciembre de 1859 comenzó una gran misión en _la ciu– dad de Santa Ana, auxiliado por tres Padres de la Or– den. A los pocos días hubo que colocar un púlpito en la plaza porque el concurso de ,fieles llegados de otras ciudades y hasta de los confines de la república era ex– traordinario, resultando el templo insuficiente. Mas he aquí que el día 31 a las nueve de la noche, por orden del presidente Barrios, fueron intimados los cuatro misioneros a salir del territorio de El Saivador. Y los cuatro fueron conducidos p.:n fuerza armada a la frontera de Guate~la. El pueblo, al darse cuenta de lo ocurrido, se amo– tinó contra el Gobernador que había ejecutado la ex– pulsión y le hizo pagar . sangrientamente su sacrílega injusticia. Más tarde, en 1865, fué enviado por el Rvdmo. Padre . Comisario Gen~ral al mismo estado de El Salvador para fundar un convento. Con tal ocrasión a instancias del señor Obispo de El Salvador y del católico Presidente Sr. Dueñas que ya se había posesionado del poder, re– corrió toda la república dando misiones sin cesar. Ambos presidentes, el de Guatemala y El Salvador llamaban al penitente misionero para consolidar la paz cuando amenazaban alzamientos o a raíz de alguna revo– lución mal sofocada, y dábanle amplios poderes para conceder indulto a los sublevados que se arrepintiesen sinceramente. En el Capítulo celebrado en Noviembre de 1868, fué