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22 Lo portentoso del P. Esteban de Adoain cido y estimado en el país. El Arzobispo de Caracas Doctor Fernández Peña le confió la dirección espiri– tual del Seminario y la cátedra de Moral. Un gobierno revolucionario triu~fa en Venezuela. Nuestro misionero continúa clamando como un nuevo Bautista: Non licet . .. Quince mil oyentes apiñábanse en derredor del Padre Adoáin cuando predicaba misio– nes y cuaresma en la catedral de Caracas, oyéndose su voz potente desde la calle. El presidente Tadeo Monagas y su ministro Leo– cadio Guzmán dicta"n decreto de encarcelamiento del predicador y expulsión de todos sus compañeros. El público los defiende en imponente manifestación. Los cónsules de varias naciones 'ápoyan la reclamación del cónsul español Don Juan Gregorio Muñoz, que eleva enérgica protesta. El Padre Esteban es puesto en li– bertad: y el decreto de expulsión es revocado. IY PRODIGIOSO APOSTOLADO EN CUBA La república de Venezuela hrbía oído al apóstol. El pueblo recogió el fruto de ·sus predicaciones. H<l?íase elevado el nivel moral de las masas. El Padre Esteban