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18 Lo portentoso del P. Esteban de Adoaih indios errantes; y hasta cien Sacerdotes _más. para Pa– rroquias abandoI\adas. Ei dfa 26 ·de Mayo de- 1842 se embarcó nuestro Pa– dre _Ádoáin ·con otros cuarenta Capuchinos. en el veler~ No~velle Elyse_j fletado expresamente para ellos. Arribó a Venezuela .después de cué'renta y seis dfas de penosa navegación. Antes de llegar a su campo de apostolado que era la región de Apure, obligáronle a esperar que pasase la época de las lluvias; pern entre tanto ejerció su sa– grado· ministerio en varios pueblos, ,sobre todo en la ciudad de Parapara, reformándola prodigiosamente en poco tiempo. Siempre tuvo cómo fecha ve~turosa de su vida el día once de Mayo de 1843. «Ese día, escribe éi, llegué con el Padre Julián de Hernani al suspirado lugar de Guachara .. . » . Era éste, un paraje selvático en que halló un grupo de cabañas hechas con cuatro postes y una techumbre de paja larga y barro. Así eran las vivien– d_as en toda la dilatada región del Apure. Los indios. las construían tan sencillas para desmontarlas fácil– mente; lo cual favorecía a su vida nómada. Para llegar hasta . allí, había hecho, desde Caracasr un viaje de veinte días sobre mulo. En aquella .selva se halló incomunicado, desprovisto de todo auxilio humano, sin provisiones, ni recursos de ningún género. El Gobiernd de Venezuela se había:. comprometido a socorrerle con una pensión; pero se