BCCCAP00000000000000000000600

152 Epílogo Epílogo La visión de una figura tan relevante como el Vble. Padre Adoain impresiona con - extraña viveza. No es hipérbole afirmar que dominó el tiempo , la fuerza y la materia, aunque ello parezca un don exclu- sivo de seres incorpóreos. . Fué el Padre Adoain uno de esos hombres que nos sirven para conocer el límite a que puede alcanzar el. elemento humano en concierto con lo sobrenatural. Cuando la Iglesia le cante el himno que entona ante los atletas del apostolado, no será una humillación para los pueblos cristianos caer de rodillas ante él. Y le acataremos·como uno de los alardes de la sobe– rana bondad de Dios. En cambio esperamos del Cielo, como supremo galardón, valor y constancia para imi– tarle. Y ahora suscribimos ::on delectación la sentida poe– sía del inspirado vate navarro don Fermín Mugueta. Es el mejor himno final en· honor del héroe: Allá va el misionero de infatigable andanza, siempre un paso adelante en la ardorosa conquista de las almas. Retozan las pedruelas del camino

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz