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142 Lo portentoso ·det P. Esteban de Adoain En Andalucía Se:nana de Conferencias.-En la bella Andalucía vi– vió el Padre Esteban sus últimos años, asomado al mar, como si quisiGra escuchar los rumores de las ondas inquietas, que venidas de lejanas playas, parecíanle mensajeras de saludos de los países por él evangeli– zados. En Andalucía debía proclamarse, al terminar la carrera de su vida, la nota de sobresaliente tan aventa– jadamente merecida. _ ~anlúcar de Barrameda, cual linajuda dama que se baña los pies en las puras aguas del Atlántico, guar– da en sus brazos los preciosos restos de aquel héroe de talla moral gigantesca. En e llos duerme el buen Padre Esteban esperando la resurrección. El mar, tantas veces contemplado y escuchado por él, eleva ahora hasta su sepulcro la melodía de sus olas inquietas con acentos de · elegía. Sanlúcar proyectó e inició la -empresa de un rico mausoleo digno de las reliquias venerandas del Siervo de Dios. Con vistas a ella se celebró en Enero de 1~42, una · Semana de Conferencias, dedicadas a estudiar las di– versas facetas del apóstol del siglo diecinueve. '