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por el P. Gumersindo de Estella 139 Cabildo Cqtedral, · Seminario, Clero Pa1rroquial, Presi– dente del Consejo Diocesano de Acción Católica, Direc– .tor de Obras Misionales Pontificias, varios colegios di– rigidos por religiosos, buen número de señores Sacer– dotes de fuera de la Capital y representaciones de los tres perió~icos de Pampl<;ma. El público rebasaba el templo quedando fuera la inmensá mayoría de los asistentes al acto. El Valle de Urraul Alto estaba representado por el Muy Ilustre Sr. Alcalde Don Rufino Monreal y varios Concejales y numerosos vecinos. En la función eucarística predicó elocuentísirna– mente el Rvdo. P. Hermenegildo Bárbarin, Superior de los Padres Corazonistas de la ciudad 1 sobre el espíritu y acción del misionero. Termi_nada la parte litúrgica, comenzó un acto aca~ démico. Habló el Muy' Rvdo. Padre Ricardo de Lizaso, Provincial de Capuchinos explicando -la razón del ho– menaje y la erección de la estatua. El Rvdo. P. Isidoro de Iturgoyen, capuchino del . convento de Pamplona, declamó muy sentidamente una poesfo en honor del Siervo de Dios. ' Tomó la palabra el Sr. Presidente de Acción Cató– lica Don Daniel Nagoré, Ingeniero de la Excma. Dipu– tación, que fué muy :a.plaml.ido,, Y,· Jinalmente dirigió una exhortación el Excmo. Sr. Obispo, que fué escuchado con agrado y reverencia. Terminado este discurso tan autorizado, el Padre

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