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132 Lo portentoso del P. Esteban de Adoain cieron la gran figura del egregio hijo del Valle. Después fué recitada una bella poesía por la seño– rita Teófila Villanueva, sobrina del Siervo de Dios; y terminó el acto con breves palabras de acción de gra– cias del cristianísimo caballero Don Hermenegildo Mar– cuello, sobrino carnal del homenajeado. Al día siguiente tuvo lugar otro acto tan · solemne como el primero, en la aldea de Adoain, al colocarse otra lápida en la casa nativa del célebre misionero. La voz de los oradores, los aplausos, y luegó la mú– sica de rondalla enviaron sus ecos a las laderas de aquellos riscos agrestes, que habían escuchado las can– ciones de buen humor entonadas por el Padre Adoain, cuando, siendo adolescente, pastoreaba los rebaños de su casa. EN PAMPLONA.-El antiguo reino de Navarra rin– dió, en Febrero de 1943, un tributo de admiración en– tusiasta, vibrante, al egregio CapuchÍno de Adoain con ocasión de la aprobación pontificia de sus escritos y de cumplirse los cien años de su viaje a país de indios errantes en calidad de If'jsionero. Durante tres días la ciencia, la poesía, la Historia, la música y la oratoria tejieron una magnífica corona, digna y gloriosa aureola para el humilde pero insigne Capuchino misionero. En el homenaje tomaron parte las autoridades de la Provincia. El Excmo. y Rvdmo. Sr. Doctor Olaechea, Obispo de Pamplona; el Excmo. y Rvdmo. Padre Joa-