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por el P. Gumersindo de Estella 99 aunque no r;odían imaginar de 'qué medio se valdría la divina Providencia. . »La muerte acercábase a pasos acelerados para Don Mariano, cuando he aquí que aparece en El Salvador un Religioso_Capuchino, el Padre Rafael de Caldas, que entró en el país secretamente. Era uno de los fundado– res del Convento de la ciudad de Santa Tecla. »Al ser expulsa.do , habíase trasladado a Sañ. Fran– cisco de California; pero de allí tomó rumbo a El Sal– vador. · »Muy poco tiempo después de su regreso a Santa Tecla, el Padre Capuchino, sin que nadie le llamara, visitó la casa de Don Mariano Morales; y ,al hallarlo en– fermo de grav~dad, le exhortó al arrepentimiento y re– cepción de los auxilios espirituales.; y como si el en– fermo no esperara sino la presencia del Capuchino y el curriplimiento de la profecía del Padre Esteban, mu– rió santamente confortado con las exhortaciones de Fray Rafael, eldía 13 de Marzo de 1874». (Noticia recogida por el R. P. Alfonso, Jesuita) OTRAS PREDICCIONES.-A ruego del supremo go– bierno de la república de Guatema}a, nuestro Padre Esteban hizo un recorrido apostólico por varías Depar– tamentos que se habían sublevado como ya dijimos. El día que el Vble. Misionero puso pie en Mita, del Departamento de Jutiapa, dos individuos de .los que se hallaban con la conciencia escandalosamente enredada, optaron por desaparecer ,de la villa y huir a El Salvador.