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-71- En estas circunstancias llegó el Padre Esteban con el estandarte de la Divina Pastora, siendo recibido como mensajero del Cielo. Paseó a la Virgen por todo el pueblo; seguíanle to– dos poniendo su esperanza y sus ojos suplicantes en aquella dulce Madre, a la que tan tiernamente rogaba y:cantaba el Siervo de Dios. Prometieron hacer peni– tencia, precedida de una buena confesión. Y súbitamente cesó la mortal epidemia. Estos brillantes triunfos obtenidos por el Padre Es– teban por medio de su celestial Pastora, repitiéronse algunos años más tarde en la República de Guatemala. En Agosto de 1857 se declaró la peste con furia ate'." rradora en la ciudad de la Antigua Guatemala y en no . pocos pueblos de la República, según dejamos consig– nado en la Biografía . . Los indios de Chimaltenango habíanse presentado hasta tres veces en el Con:vento de Capuchinos de la Antigua, pidiendo que fuera el Padre Esteban con la Divina Pastora. Movido a compasión salió el Siervo de Dios con su estandarte el día 7 del mismo mes de Agosto. La mar– cha fué un paseo triunfal. Los habitantes de El Tejar salieron a San Luis acompañando al misionero. Los de Chimaltenango salieron hasta San Migue/ita, sin que fuera suficiente para detener sus pasos y apagar su fervor, un formidable aguacero que se desencadenó, inundando los caminos.

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