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-65- Las autoridades acordaron privarles de sepultura eclesiástica. Y en efecto, fueron enterrados en un mu– ladar. Llanto general, lágrimas y gritos pidiendo confesión, siguieron a esta tragedia. 1)etiene el curso de la peste Es admirable lo que sucedió con este hombre de Dios varias veces ya en Cuba, ya en Guatemala duran– te el más terrible azote que puede afligir a un pueblo, como es el cólera-morbo. En el mes de Noviembre de 1852, hallábase el Ve– nerable Padre Claret predicando una misión en la villa de Oiguani, distante de Santiago de Cuba veinticuatro leguas y de Bayamo unas siete. · Llamado reiteradas veces desde Santiago, hubo de suspender la predicación y ausentarse de la villa. Mas antes llamó, para sustituirle, al Padre Esteban, quien terminada el día 16 la misión que daba en Santa Rita para los Partidos de La Concepción y Ojo de Agua, pasó con D. Manuel Subirana a Giguani. El día 17 co– menzaron su espiritual tarea, siendo el Teniente Go– bernador D. Miguel Prat el primero en asistir a todos los actos. El día 16 se había declarado el cólera-morbo, que ya causaba estragos en Santiago, y aun en pueblos pró– ximos a Giguani. Sólo se registraron dos casos en esta