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-€0- rió por suscripcion una hermosa imagen de la Divina Pastora, fundándose entre la juventud la Asociación de este nombre. Se restauraron las Hermandades de la Santísima Trinidad y de la Virgen del Carmen. Los objetos de gran valor que en medio de la confusión quedaron abandonados en la plaza aquella tarde de tra– gedia, como anillos, dijes, bolsas de dinero, sombreros, prendas de vestir, zapatos, etc., todo fué presentado lealmente a los misioneros, quienes entregaron a sus legítimos dueños. La ciudad de Chalatenango con toda su comarca quedó completamente regenerada. El Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Pamplona consignó este suceso al publicar la necrología del Pa– dre Esteban a raíz de su muerte; y añade que en la vi– da de este gran misionero se repitieron sucesos no me– nos extraordinarios. Cesa.n la.s lluvias Cuando salió nuestro insigne misionero de su Con– vento de Santa Tecla con el Padre Bernardino de Ca– pellades para la referida misión de Chalatenango, era la época de las lluvias, que en aquel país $Uelen ser to– rrenciales , Decíanle que la misión sería un fracaso. Los cami– nos estaban intransitables, por hallarse llenos de fan– go, y a trechos inundados de agua. · ·Temeroso el Siervo de Dios de que las gentes, in-