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-48- 81 pequeño 'Nerón Para ejecutar el decreto de expulsión de los Capu– chinos de Guatemala, fue designado en Junio de 1872 el coronel D. Valerio Irungaray. Tenía órdenes severí– simas del Gobierno masónico: tratar a los Frailes todo lo duramente posible, no fíarse de ellos porque tal vez atentarían contra su vida, conducirlos a pie hasta la frontera de Méjico, fusilar a los Frailes si el público in– tentaba defenderlos o protestaba tumultuosamente. El coronel no necesitaba de tan draconianas instrucciones, porque era de carácter duro. Se presentó en actitud tan insolente y desconsiderada en el Convento la noche del día 7, que claramente se veía en él un verdugo, no un militar. El Padre Esteban no era el Superior; mas por enfermedad del Padre Segismundo de Mataró que lo era, hubo de dialogar tanto aquella noche como los días siguientes con aquel pequeño Nerón. ¡Cosa inverosímil! D. Valerio cambió de actitud; de tigre se convirtió en cordero. Y aunque el día 8 man– dó a una sección de soldados que disparase sobre la muchedumbre por haber sido objeto de una agresión, no sólo no fusiló a los Frailes, sino los trató con toda suerte de consideraciones durante los nueve días que duró la marcha hacia el destierro. Los que conocían el carácter del coronel, preguntaban a los Padres: «¿Qué han hecho ustedes con este hombre para dejarlo más manso que una malva?... »
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