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-45- í)ie?fi y seis a.ños en Centro-América. La campaña apostólica que el Padre Esteban realizó en Guatemala y El Salvador desde Noviembre de 1856 hasta Junio de 1872, fué un prodigioso y continuado triunfo de la divina palabra en labios de nuestro egregio misionero. El Padre Cambrils, que refiere algunas de las misiones del Padre Esteban, hace un resumen de ellas en su Cronicón diciendo: «Ubi abandavit delictam, saperabundavit grafía; donde abundó la inmoralidad, sobreabundó la gracia». Recuérdese lo arriba mencionado acerca del entu– siasmo delirante que despertaba en pueblos que antes de oír· su predicación eran indifere:1tes, inmorales e incrédulos. Hemos consignado arriba que los Presidentes de las Repúblicas mencionadas llamaban al Padre Esteban y le enviaban a los Departamentos sublevados para pacifi– carlos. Y en efecto, a súplicas del Presidente D. Rafael Carrera y del Sr. Arzobispo, salió el Padre Esteban con el estandarte de la Divina Pastora desplegado, de su Convento de Antigua Guatemala e hizo un recorrido, como mensajero de paz, por los pueblos de Santa Rosa, Mataquescuintla, Jalapa, San Pedro de Pinola, Santa Catalina Mita, Tempisque, Jutiapa, Asunción Mita, Jupiltepeque, dedicando a esta correría apostólica cinco meses: desde Enero hasta Junio de 1858. Fué tan completa la victoria obtenida con el arma de su palabra,

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