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-30- las arrebatadas del mismo ataúd del Padre Esteban por los fieles. Por los años de 1897 el Reverendísimo Padre Joa– quín de Llevaneras descubrió el sepulcro del Siervo de Dios, en presencia del M. R. P. Ambrosio de Valenci– na, de un Notario y varios testigos, quienes levantaron acta del hecho, consignando todos los pormenores. Sa– cáronse entonces por devoción varios huesecillos. De estas reliquias he visto alguna en Sanlúcar, en Anteque– ra y en Pamplona; y sé que se conservan en Lecároz. Las de Pamplona y Lecároz están autenticadas, lo mis– mo que una muela de las del Siervo de Dios que fué llevada a la Goagira por el P. José de Valdeviejas. La conservación de gran número de cartas del Sier– vo de Dios, de sus Apuntes de Misiones y de sus ser– mone_s, es una demostración del gran concepto que se ha tenido siempre de su virtud extraordinaria y lo mu– cho que se aprecia todo lo que le perteneció. Lo mismo que de sus reliquias puede decirse de sus retratos y estampas. Existe un buen número de cuadros al óleo no solo en nuestros Conventos, sino en .casas de seglares, que son tenidos en gran estima. El cuadro que representa el rostro del Padre Esteban con más exac– titud es el que se conserva en casa del Excmo. Sr. Con– de de Aldama. Un buen cuadro a pluma hecho por don Andrés Limón he visto en el Convento de Esclavas Concepcionistas de Sevilla. El que existe en el recibi– dor del Convento de Capuchinos de Sevilla mide 2,63