BCCCAP00000000000000000000599
-24- pero se lo suplicó movido por algunos señores, a cuya genevos.idad estaba muy·obligado el propio Padre Lle– rena, que era Vice-Postulador de la Causa de Beatifica– ción de Fray Diego de Cádiz. El Padre Esteban bajó resignadamente la cabeza ofreciendo el cuello al dogal de la obediencia. Predicó la Novena con el fruto extraordinario que· diremos en otro lugar. Al regresar a Sanlúcar era un cadáver ambulante. Los religiosos, al verlo, quedaron muy impresionados y alarmados. Don Andrés de Hoyos Limón, caballero piadosísimo que veneraba al Padre Esteban como a santo, lo llevó a Antequera en el mes de Agosto para ver si experimentaba algún alivio. Pero habiendo sufri– do una recaída, el mismo Padre Esteban manifestó deseos de regresar a Sanlúcar, a cuya Comunidad per– tenecía. Y en su predilecto Convento de Sanlúcar fuete designada para habitación una celda de la hospedería muy próxima a la portería y separada del Coro bajo y del Presbiterio por un largo corredor. Todos los días, hasta que recibió el Santo Viático, iba a la iglesia apoyado en un báculo y en el hombro de un Hermano Lego; y aunque parecía que estaba próximo a expirar, recibía de rodillas la Sagrada Co– munión con indecible consuelo que se reflejaba en el rostro . Durante su larga enfermetiad no pronunció una fra– se de impaciencia, no exhaló una queja. Cuando le
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz